El primer día de clases tiene connotaciones especiales, tanto para los maestros y las maestras como para los alumnos y la alumnas, como así también, para sus familias. Todos lo estamos esperando, todos nos preparamos para que llegue, todos queremos y debemos disfrutarlo.
Ese día se producen esperados encuentros que marcarán el inicio de este nuevo ciclo escolar.
Estos encuentros deben ser favorecidos por los adultos. Somos nosotros los responsables de que todo esté en las mejores condiciones, de que todo fluya con alegría, de que todo comience con muy buenas energías.
la presencia, las primeras miradas y la bienvenida de los maestros y de las maestras les abren la puerta del aula a todos los alumnos y alumnas. Ellos deben sentir que hemos preparado la escuela para recibirlos. De esta manera, sus "miedos e incertidumbres" s eborrarán y comenzarán a apropiarse de "su aula", de "su espacio", de "su banco".
Encontrar su nombre en un cartel, recibir un pin, encontrar una mano que los tome con firmeza y cariño son acciones que motivarán las ganas de aprender y de estar en la escuela.
¡Hagamos de este día, de esta primera semana de clases un verdadero mundo de encuentros que nos permita formar sujetos libres, capaces de apropiarse del mundo y de recrearlo y no simplemente de adaptarse a él!
Así que, Profesor, ¡Disfruta de este regreso a clases!
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